Historia de la
Educación 2
Del 1500 a nuestros
días
Por Mario Alighiero
Manacorda
LA EDUCACIÓN EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX
La revolución Industrial y la Instrucción
La revolución industrial
cambia también las condiciones y las exigencias de la formación humana.
El Utopismo Socialista
En el siglo XIX asistimos una nueva ola de utopías en
estrecha relación con las revoluciones industrial y política.
Fourier se mueve en la
tradición individualista de Rousseau, con su rechazo a toda sistematización
impuesta, con su "educación armónica", que exalta la espontaneidad,
el juego y el "mariposeo" del niño de una a otra experiencia. Habla
de una educación "armónica" dentro de las "falanges" en las
que los hombres se deben asociar para vivir y trabajar: "La educación
armónica, en sus procedimientos, tiende en primer lugar a hacer surgir en la
edad más tierna las actitudes instintivas, aplicando cada individuo a las
funciones a la que la naturaleza lo destina y de las cuales se aleja con el
método civilizado, que de ordinario, y salvo raras excepciones, coloca a todos
en oposición a las vacaciones respectivas. La división del trabajo debe ser
llevas hasta el grado supremo, a fin de
poner cada sexo y dada edad a las funciones que le convengan.
Restauración y nuevos Fermentos
Fue una batalla contra
la educación frailesca, entre estado e iglesia, pero no necesariamente entre
cristianos y laicos, según el sentido que le da el católico Capponi.
Prusia se puso
pronto a la vanguardia de la
organización escolar pública en Europa: en 1861, 1/6 de la población completaba
la educación obligatoria; resultado escaso
en sí, pero superior al de otros países europeos más avanzados: 1/7 en
Inglaterra, 1/8 en los Países bajos, 1/9 en Francia y porcentajes muy
inferiores en los otros países católicos.
En el periodo de la Restauración, donde
el edicto de mayo de 1814 ponía en vigor las constituciones de 1771 y el
reglamento escolar de 1782, aboliendo toda la legislación escolar francesa.
En Florencia se
prohibirían las escuelas para niñas, que habían intentado establecer Fontanesi
y Capponi.
La Batalle Pedagógica
Esta disputa alcanza
todos los niveles de la instrucción, desde las escuelas infantiles, que
precisamente en esta época empieza a difundirse, a las escuelas elementales,
sobre las que se discute el nuevo método de la mutua enseñanza; a las escuelas
secundarias, que se van articulando en humanísticas y científico-técnicas; a
las universidades, con sus nuevas facultades que responden a las
transformaciones de las fuerzas productivas.
Después de la primera
gran época de la didáctica abierta por la invención de la imprenta y por las
iniciaciones educativas de los
reformados, con la gran figura de Comenio, esta nueva época de la difusión de
la instrucción a los grupos populares, del nacimiento de la escuela maternal,
de la difusión de los libros de texto, de las nuevas escuelas para la formación
de los enseñantes, marca un retorno a la investigación didáctica.
a)
Las Escuelas Infantiles
Un hecho nuevo de este
siglo es el establecimiento de escuelas infantiles. De aquí arranca la moderna
escuela de la infancia, o Infant’s
school. Su aspecto más novedoso y característico era el paso de la
acostumbrada beneficencia o asistencia a una verdadera y propia acción de
educación y de primera instrucción.
En un primer momento la
escuela infantil de Aporti fue para unos pocos niños de familias acomodadas;
pero –él observaba - “se ha de promover
la fundación de una escuela similar de los pobres”.
b)
Las Escuelas Elementales.
Anteriormente a las
iniciativas de las escuelas infantiles, habían aparecido las de la instrucción
elemental popular, para las cuales sus dos grandes modelos fueron los de la
enseñanza mutua y el de Pestalozzi.
Entre Filantropía y
progreso económico la escuela cambia en todos sus niveles, y aumenta el
catálogo de las ciencias en la investigación universitaria.
c) Las
Escuelas Técnicas y la universidad
El problema de la
instrucción está siempre vinculado a la revolución. La legislación posterior
sobre las fábricas contendrá una y otra vez disposiciones acerca de la
necesidad de la instrucción de los niños antes de su entrada a la fábrica o al
menos durante su trabajo.
A través de grandes
sufrimientos de los niños, sometidos a interminables horarios de trabajo, a los
que se añadían las horas de escuela, se abrían los caminos de la moderna
instrucción elemental y profesional, los cuales todavía están lejos de estar
abiertos a todos.
d) El
Renacimiento de la
Educación Física.
Otro aspecto del mundo
educativo moderno que toma vida en el transcurso del siglo XIX: el renacimiento
de la educación física.
No queremos con ello
referirnos a la educación guerrera, la cual acabó, como educación caballeresca,
con la muerte de Enrique II de Valois en un torneo, a la cual sucedió una
educación cortesana, que unía a la caza, la música y la danza e incluso las
letras; Nos referimos concretamente a aquel
tipo de educación física, entendida como parte esencial de la formación
del hombre, que solo la Grecia
antigua había conocido y desarrollado en formas originales. Esta educación
reaparece en el siglo XIX. En toda realidad o utopía pedagógica, de Pestalozzi
a Owen, junto al tema del trabajo físico está también el tema del cuidado
físico del cuerpo; lo encontraremos en la propuesta de Marx, que en 1866
integraba en su programa de formación del hombre omnilateral, además de la
instrucción intelectual y tecnológica, la educación física.
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