miércoles, 11 de diciembre de 2013

Historia de la educación, siglo XVIII y experiencias concretas en los siglos XVIII Y XIX



Historia de la Educación 2
Del 1500 a nuestros días
Por Mario Alighiero Manacorda

LA EDUCACIÓN EN LOS SIGLOS XVIII

“Escuelas Cristianas”, Católicas y Reformadas.
En Francia, el latín y toda la carrera educativa ya no son un instrumento para adquirir un saber dado de una vez por todas, sino un “instrumento para perfeccionar la razón” y para la “formación del juicio”. 

Entrando a una “Escuela Cristiana”
Cabe señalar la total separación didáctica, organizativa y cultural, entre a lectura y la escritura. La lectura concierne esencialmente a la enseñanza religiosa, la doctrina, las Sagradas Escrituras; la escritura, concierne una técnica material, que requiere procedimientos especiales, y después está dirigida a preparar para un oficio. Ésta es la novedad de las “escuelas cristianas”
El gran problema es la pureza de las costumbres; a los “libertinos” les estaba reservada la expulsión. Menciona que hay nueve cosas para atender el orden: la vigilancia incesante, los “signos”, los “catálogos”, o registros, las recompensas, las correcciones o castigos, la puntualidad, los permisos, los oficiales (alumnos con responsabilidad) y la estructura misma de la escuela y anexos. Las “correcciones” o castigos, como medio pedagógico irrenunciable, pero se han de usar con mucha cautela y teniendo en cuenta delicadas observaciones de orden psicológico: “La corrección de los escolares es un de las cosas que traen mayores consecuencias en las escuelas, y requiere mucha atención para hacerla adecuadamente y con fruto, tanto para aquellos que la sufren, como para aquellos que la ven hacer... Es necesario comportarse de manera dulce y firme a la vez”. Se distinguen cinco maneras de corregir: por la palabra, por la penitencia, por férula, por azotes, por expulsión. Los castigos eran una de las principales causas de la ausencia y del abandono de la escuela.

La instrucción popular, auspiciada por la reforma, se va concretando en Alemania con una primera institución, con Reyher en 1642, de escuelas rurales en el estado de Gotha; después con las escuelas para pobres de Francke en Halle en 1695, finalmente con el nacimiento de las escuelas científico-técnicas en Berlín en 1747.

Propuestas y Actuaciones de una Escuela Estatal

Diderot tenía que luchar contra los ataques de la iglesia y las prohibiciones del estado, para llevar a términos su enciclopedia, Rousseau daba la espalda a toda la sociedad para idolatrar a Emilio, otras voces se levantaban para pedir una intervención innovadora del estado en el campo de la instrucción confiada a la iglesia.

En 1763 se publicaba el Essai d´education nationale de Louis René protagonista de la expulsión de los jesuitas de Francia. En él protesta contra la tradicional exclusión de los laicos de la enseñanza y reivindicaba una educación que dependía solo del estado. En los mismos años, en Alemania, Johann Bernhard Basedow sostenía el laicismo y el estatismo de la enseñanza.
La emperatriz de Austria, María Teresa, señalaba: "la instrucción es y seguirá siendo en cualquier época un hecho político". Hasta entonces la escuela había sido, casi en su totalidad, un hecho privado o eclesiástico, aunque controlada por el poder político.

El principal inspirador de la reforma fue Ignaz von Felbiger (1724-1788). A él María Teresa confió la elaboración de un proyecto general de reforma de la instrucción, que fue aprobado  en Diciembre de 1774. El cuadro organizativo de la instrucción estatal, que resultó de ello, comprendía: 1. Escuela popular o alemana, que podría ser frecuentada desde los 6 a los 10-12 años; debía establecer en los pueblos, junto a las parroquias. 2. Escuelas principales, destinadas a la formación profesional, de las cuales formaban parte las escuelas "normales" para la formación de los enseñantes, de una duración de cuatro años. 3. Escuelas intermedias de latín, que preparaban para las universidades. 4. Las universidades.


Las Revoluciones de Norteamérica y Francia.
La revolución industrial crea el espacio para el nacimiento de la moderna instrucción escolar pública. Fábrica y escuela nacen a un mismo tiempo. Nace al mismo tiempo la nueva ciencia de la economía política, como análisis científico. 
En América, entre 1765 y 1783, tanto Franklin como Jefferson, en nombre de los derechos naturales del hombre, y convencidos de que la libertad exige a un pueblo  con un cierto grado de instrucción, solicita una "cruzada contra la ignorancia ", dirigida a promover las facultades intelectuales y morales de los jóvenes. Franklin proponía una instrucción cuyos objetivos fueran las buenas maneras lockianas, la moralidad, las lenguas vivas y muertas, "y todas las ramas útiles de la ciencia y de las artes libres".
En un programa ilustrado y todavía selectivo, Jefferson propugnaba una escuela elemental gratuita para todos los niños de 7 a 10 años, los mejores de los cuales fueran seleccionados para las escuelas secundarias, y los mejores de éstas para la universidad. 
En Francia en 1792, Condorcet sostenía la necesidad de una instrucción de todo el pueblo, bajo la dirección del estado e inspirada en un absoluto laicismo: "única, gratuita y neutra".

 Experiencias Concretas entre los Siglos XVIII y XIX

 La Enseñanza Mutua
En los años de revolución francesa, se iba afirmando en Inglaterra una nueva iniciativa educativa, promovida por privados: la llamada "enseñanza mutua" o "monitorial", en la cual algunos muchachos instruidos directamente por el maestro, actuando con variedad de tareas como ayudantes o monitores, instruyendo a  su vez a otros muchachos, vigilan su conducta y administran los materiales didácticos.

Surgieron dos sociedades: la Real Institución lancasteriana (después Sociedad para la escuela británica y extranjera); la Sociedad nacional para la promoción de la educación de los pobres en los principios de la iglesia constituida.

La iniciativa de la enseñanza mutua se difundió por Lancaster, en todo el mundo de habla inglesa.
De la instrucción elemental masculina el método se extendió a la instrucción femenil y de adultos, y a las escuelas de nivel superior. No se trata solamente de un método didáctico: se trata de una opción política. La enseñanza mutua era la respuesta práctica al temor de los conservadores, de que la instrucción pudiera "turbar el estado".

Johann Heinrich Pestalozzi

 Mientras los innovadores ingleses experimentaban la enseñanza mutua, en Suiza trabajaba Johann Heinrich Pestalozzi. Su ambición fue "unir lo que Rousseau había separado", o se el hombre natural y la realidad histórica; y lo hizo de acuerdo con su época, cerrado dentro de los límites ideales de un sociedad en gran parte preindustrial.

La apelación rousseauniana a la naturaleza, en el sentido de la "bondad natural" del ser humano, no perfecto pero perfectible, presente de una manera no muy evidente en la personalidad individual de cada niño, puede ser considerado, el punto de partida de su pedagogía. Sugiere una educación no represiva, no fundada en el temor de los castigos, "que no haría sino agravar el mal". "El enseñante, o en caso nuestro la madre, debería procurar en primer lugar mantener vivo el interés por el aprendizaje.



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